FORMACION
DE HÁBITOS Y NORMAS EN EL HOGAR
Es
muy importante para el desarrollo emocional, social y afectivo que
los niños aprendan a aceptar y a tolerar algunos límites. Para esto
es necesario que los adultos les enseñemos. Cuando los niños crecen
en una estructura clara de lo que pueden y no hacer, serán capaces
de ir convirtiéndose en adultos responsables y agradables
socialmente, lo que les facilitará desenvolverse de forma adecuada
en su entorno.
Debemos
saber que los padres deben adoptar una actitud en común ante las
pautas educativas que se dé a sus hijos y cuando existe un
desacuerdo entre los padres sobre como educar a su hijo es necesario
que lleguen a un acuerdo pero cuando los niños no estén delante.
Para
educar a los niños en los límites debemos actuar con firmeza y no
ceder ante sus rabietas, porque si cedemos ante una pataleta de
nuestros hijos, el niño utilizará este mecanismo cada vez que
intentes ponerle límites.
Los
padres tienen que entender que el exceso de cosas (comprar al niño
todo lo que pide y lo que no pide) es negativo, porque hace que los
niños no valoren lo que tienen. Es preferible pasar tiempo con ellos
jugando (parchis, la Oca, salir con la bicicleta…) a comprarles
cosas para que jueguen ellos solos.
Debemos
educar a nuestros hijos de forma flexible, firme y consistente; Deben
saber que los queremos, a pesar de no decirle a todo que sí, con el
tiempo entenderá que es necesario para convivir en sociedad. Tener
las reglas claras de interacción, que las personas tienen unos
derechos pero que además tienen unas obligaciones, y tener
conciencia de ciertos límites básicos, ayuda a una convivencia más
armónica en la casa, en el colegio... Los niños aprenden jugando,
juguemos pues con ellos.
Patricia
Mateos García
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